Publicado 08-04-2020
El sistema de ríos subterráneos de Riviera Maya
presume de ser el mejor buceo de
cavernas y cuevas del mundo. De los más de 100 cenotes de la región, 52 se
consideran óptimos para bucear y practicar snorkel. Si bien el buceo en cenotes
es muy popular, requiere tener cierta experiencia en el control de la posición
y la flotabilidad, dado que se realizan constantes subidas y bajadas a lo largo
de la inmersión.
Existen tres tipos de cenotes: abiertos, semiabiertos y subterráneos.
Sac Actun y Dos Ojos, en Tulum, forman
la cueva submarina más grande del mundo. Dos grandes cavernas que crean un
sorprendente juego de luces entre las aguas transparentes, convirtiéndose en
uno de los lugares más populares para el buceo.
El Gran Cenote, a 3,5 kilómetros de Tulum, también
es otro de los favoritos. Cuenta con salida al mar y diferentes grutas en las
que las aguas, que no pasan de los 10 metros de profundidad, ofrecen gran
visibilidad.
La
mayoría de las inmersiones se realizan entre 8 y 12 metros de profundidad,
aunque también hay cenotes más hondos, como Angelita –a 10 minutos de Tulum–
, con una fosa que permite inmersiones de hasta 60 metros; o el Pit,
situado dentro del parque Dos Ojos, con descensos de hasta 35 metros dentro de
una cueva que cae 90 metros. Una inmersión solo para buzos muy experimentados.
Además del
buceo, los cenotes son también perfectos para una excursión en familia.
Ik Kil (a 5 kilómetros de Chichén Itzá) es uno de los más
populares para darse un chapuzón. También es de los más turísticos, ya que
forma parte de las rutas habituales de excursiones guiadas. Cuenta con
restaurante y tienda de souvenirs.
El Cenote Azul (a 25 kilómetros de Playa del Carmen) es
otro de los favoritos para disfrutar de un baño en familia.